Todo el mundo ya se habrá dado cuenta que la gran parte de los residuos domésticos que generamos durante nuestra vida diaria son residuos de envases de plástico.
La cantidad de estos residuos y su acumulación en medio natural ha llegado a unas dimensiones alarmantes (ver las imágenes)
El plástico se elige como envase para todo tipo de productos por su alta resistencia y tolerancia a las condiciones del ambiente y al producto que lleva dentro.
El problema lo tenemos cuando estos residuos no biodegradables terminan en la naturaleza y en el mar creando auténticas islas de plástico en nuestros mares perjudicando la salud de los ecosistemas a largo plazo.
¿Y si pudiéramos tener plástico que no fuera plástico?
Esa pregunta se la hicieron dos científicas finlandesas Suvi Halmi (PhD) y Laura Kyllönen (PhD). Con su larga trayectoria de investigación de biomateriales lograron crear envases libres de compuestos derivados de fósiles. De esta innovación se creó la empresa Sulapac®, que utiliza en sus envases para productos cosméticos, astillas de madera con agentes de unión naturales, dando resultado a un envase ecológico totalmente biodegradable.
Estos envases son resistentes al agua, aceite y oxígeno y tienen previsto ampliar la aplicación hasta envases de alimentos y bebidas. La empresa innovadora Sulapac® ha logrado inversores que han recaudado más de 1 millón de euros para el proyecto y contratos con empresas importantes de cosmética ecológica para empezar conquistar el mercado de envases plásticos según cuenta Bioeconomy en su página web.
Imagen: Envase biodegradable de Sulapac®
Con su producto innovador, Sulapac® quiere ejercer presión sobre la industria de envases de origen fósil para que contribuyan en la creación de alternativas más respetuosas con el medio natural, llevando nuestra sociedad en una dirección más sostenible.