
23/10/2020
La energía eólica forma una parte importante en la producción energética europea y de su economía. Así lo ha reflejado el último informe de WindEurope: Energía eólica y recuperación económica en Europa: Cómo la energía eólica pondrá a las comunidades en el centro de la recuperación europea. Utilizando los datos de 2019 el estudio plantea dos escenarios posibles para el panorama eólico en 2030.
En los próximos diez años se estima que el número de trabajadores generados por esta industria aumente de 300.000 a 450.000, a la vez que se duplica la capacidad energética eólica. Por el contrario, si los gobiernos no cumplen los objetivos de sus planes de energía eólica para 2030, la capacidad subiría solo en un 64,47%, siendo las centrales eólicas marinas las más afectadas.

Actualmente esta industria genera casi 60.000 millones de euros de los cuales el 65% añade valor a la economía de la UE. Además, los fabricantes europeos tienen una cuota del 42% del mercado mundial de aerogeneradores, con sus 248 plantas de fabricación.
Afortunadamente España se encuentra a la vanguardia del sector, solo por detrás de Alemania, tanto en producción de componentes como en capacidad acumulable. Esto abre una oportunidad a la inversión ya que, según el informe de WindEurope, cada nueva turbina que se instala en Europa es capaz de generar 10 millones de euros en diferentes actividades económicas.
Por otro lado, de los 5.000 millones de euros en impuestos que la industria eólica paga a la UE, el 20% se destina a impuestos locales y otros pagos que benefician la economía de las comunidades y permite un crecimiento más diseminado. Estos ingresos son vitales para muchas comunidades, los cuales activan su economía local.
El estudio destaca también papel que toma este sector en la integración con el medio: “promueve la feliz convivencia con otros intereses económicos y sociales, como la agricultura, la pesca, la protección de la biodiversidad y la aviación militar y civil como condición necesaria para la expansión acelerada de la energía eólica”.
Fuente: Windeurope