
11/11/2020
Según el último informe sobre la contaminación del ozono de Ecologistas en Acción, el aire contaminado con este gas ha afectado a una cantidad menos significativa que otros años. Mientras que en años como 2015 y 2017 las cifras alcanzaban a 11 millones de personas afectadas, en el último año el ozono solo ha afectado 4,4 millones de personas (un 9,4% de la población nacional).
La mayor contaminación de estos dos años se produjo por dos importantes olas de calor en los meses de verano, ya que la formación del ozono depende de la meteorología y la radiación solar entre otros. En cambio, en el periodo del 1 de enero al 30 de septiembre de 2020 solo ha sido necesario alertar sobre niveles altos una vez.
Es importante distinguir entre el ozono dañino, que aparece por la radiación solar y los óxidos de nitrógeno generados por los tubos de escape de los coches y la quema de otros combustibles fósiles y el que es encuentra en la estratosfera protegiéndonos de la radiación ultravioleta.
Precisamente, la reducción de uso de vehículos y fábricas es la que ha provocado esta reducción de la contaminación por ozono sin precedentes. Tanto el confinamiento como la disminución del consumo han dado un respiro al aire de nuestro planeta alrededor de todo el globo.
En la península concretamente, las comunidades más afectadas han sido las el interior: Madrid, Castilla-La Mancha, Castilla y León y algunas partes de Cataluña, Valencia y Córdoba. El problema del ozono es que una vez generado puede desplazarse y afectar a “las áreas suburbanas y rurales a sotavento de grandes aglomeraciones urbanas” recuerda el equipo de Ecologistas en Acción.
Las cifras anuales de muertos por esta causa llegan a 1.500 y 1.800 víctimas en nuestro país, además de afectar a la salud de los ecosistemas, reduciendo la productividad de alimentos. Según el Banco Mundial, el coste sanitario derivado del ozono representó aproximadamente 5.000 millones de euros en 2013.
Extraído de: elpaís.com