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22/12/2020

La llegada de la pandemia de Covid-19 ha obligado al planeta entero a reducir su producción y los desplazamientos de sus ciudadanos, reduciendo así la contaminación generada. Por otro lado, también ha generado una preocupación aún mayor por la biodiversidad y el peligro que sufre desde las últimas décadas.

En marzo, el periódico británico TheGuardian informaba en su versión digital sobre el vínculo entre nuestra destrucción de la naturaleza y la Covid-19. En septiembre, los líderes mundiales de la ONU prometieron tomar medidas drásticas contra la contaminación, adoptar economías sostenibles y eliminar el vertido de desechos plásticos en los océanos para mediados de siglo como parte de una “acción significativa”.

La promesa de los líderes fue precedida por semanas de informes y estudios condenatorios sobre el estado ambiental de la Tierra, incluido el Living Planet Report 2020. Este documento encontró pruebas de que las poblaciones mundiales de mamíferos, aves, peces, anfibios y reptiles se redujeron en un 68% en promedio. entre 1970 y 2016. En junio, los científicos advirtieron que se estaba acelerando la sexta extinción masiva de la vida silvestre del planeta.

La pandemia también obligó a la cancelación de la conferencia Cop15 en Kunming, China, la cual estaba programada para octubre. Se espera que pueda celebrarse en 2021 y sus objetivos principales son proteger el 30% de la tierra y el mar del mundo para 2030, introducir controles sobre especies invasoras y reducir la contaminación por plástico.

De igual forma, también se ha aplazado el Congreso Mundial de la Naturaleza, organizado por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN): se celebrará el próximo septiembre en Marsella. Afirman que la actual crisis ayudará a comprender la magnitud de los daños causados al medio ambiente: “el mundo reconoce cada vez más el vínculo inextricable entre la conservación de la biodiversidad y el bienestar humano y económico, un conexión hecha aún más visible por la pandemia de Covid-19 «.

Aunque en 2020 se han añadido muchos nombres a la lista de especies amenazadas de la UICN, es cierto que se siguen descubriendo nuevas especies, como los pájaros papamoscas y cola de abanico en Indonesia, demostrando que aún estamos a tiempo de salvar la biodiversidad que tanto enriquece nuestro planeta.

Fuente: TheGuardian.com