
Sfera Proyecto Ambiental lleva más de cinco años realizando estudios arqueológicos de renovables y estudios de impacto relacionados con instalaciones fotovoltaicas y eólicas en comunidades como Extremadura, Castilla-La mancha, Valencia y Andalucía.
Nuestra empresa lleva realizados más de cien proyectos arqueológicos con su correspondiente control de obra en este campo. Es importante destacar que el marco legal exige que todos los estudios de impacto ambiental vayan acompañados de un estudio arqueológico, el cual se divide en tres partes: análisis, prospección y control de obra. En los proyectos de instalaciones fotovoltaicas los estudios arqueológicos son especialmente importantes ya que es la única forma de asegurar que el terreno que se va a explotar no contiene restos relevantes de la historia de nuestro territorio.
Uno de nuestros arqueólogos es Manuel Montañés, que como jefe de equipo está al tanto de todos los trabajos de Sfera y nos ha hablado de la importancia de los mismos. Ya que, como veremos a continuación, este tipo de documentos son necesarios para la construcción de plantas fotovoltaicas y parques eólicos, actualmente estamos desarrollando más de 20 estudios en marcha para asegurar la concesión de estas licencias. La mayoría de ellos son en Extremadura, siendo el más reciente en el municipio de Valdehúncar, aunque también hay muchos en Málaga, Sevilla, Cádiz y Córdoba.
También ha comentado que estos estudios se llevan a cabo siempre, haya o no indicios registrados anteriores. Si hay pruebas se realizan sondeos para conseguir más información o se baliza el yacimiento (se establecen límites) para evitar la entrada de maquinarias.

Fase Inicial de los estudios arqueológicos
La primera fase de estos estudios consiste en un reconocimiento visual por la zona, como el campo al aire libre o un solar urbano y buscar yacimientos arqueológicos que normalmente aparecen por movimientos de tierra como el arado. Montañés explica que “lo habitual es que el material esté revuelto, lo importante es tener la formación necesaria para distinguir una cerámica prehistórica, románica, actual o incluso, sílex tallados”.
Además se realiza búsqueda de documentos previos que demuestren indicios, si resulta negativo, la consejería de cultura sugiere un seguimiento por si hay algo invisible”. Para llevar a cabo esta recomendación, nuestro equipo realiza un control arqueológico de obra, mediante el cual se evalúa el desarrollo del proyecto manteniendo los restos en un correcto estado de conservación.
Para la consulta de archivos arqueológicos de la zona existen dos fuentes principales: los PGOU y la Consejería de Cultura, los cuales deben tener una base actualizada ya que existe la obligación de registras los descubrimientos, aunque los datos va con retraso y la información más reciente es de 2008.
En cuanto a la tipología de yacimientos, el arqueólogo cuenta que normalmente los modelos de ocupación más habituales dependen de la época. La ocupación dominante en el periodo paleolítico eran las cuevas, donde es más fácil encontrar restos por su buena conservación, ya que los yacimientos al aire libre presentan más deterioro. En la edad del bronce, por el contrario, es un periodo dominado por la inseguridad y los poblados se encuentran en lugares elevados para mantener el control de la zona y sentirse más seguros. Son habituales también las villas pertenecientes a la época romana, que funcionaban como un equivalente a los cortijos de la época moderna. “Con todo ese conocimiento se realiza una prospección arqueológica y se puede interpretar todo lo que encuentras” .

¿Qué hacemos si encontramos restos de un yacimiento arqueológico?
En el caso de localizar un nuevo yacimiento en superficie, Montañés nos explica el procedimiento: se determinan las coordenadas de dispersión de materiales formando un polígono, este modelo no es perfecto ya que no solamente interviene el arado o el viento sino que también afecta la gravedad, que puede resultar muy influyente en estructuras de más de dos mil años. Después, la consejería de cultura establece unas medidas: pueden ser sondeos, como ya hemos mencionado, o un balizamiento, para intentar delimitar el espacio protegido por tiempo indefinido y asegurar que la promotora disponga de espacio a su alrededor. Solo en ocasiones excepcionales las autoridades públicas asumen la responsabilidad directa de los restos.
Seguimiento arqueológico de obras; fase de construcción
Esta fase de vigilancia sigue el ritmo de la obra a no ser que se realice un descubrimiento y el arqueólogo tenga que recuperar el control de la situación. En lugares urbanos o en el campo, siempre hay un punto de incertidumbre si aparece un resto de material ya que puede pertenecer a algo enterrado o que, incluso, puede seguir oculto sin que haya salido a la luz.
En proyectos urbanos es habitual realizar sondeos previos, los cuales se realizan mediante cuadriculas de 2×2 metros y bajando a la cota máxima a la que se vaya a construir. La excavación arqueológica no es habitual en el campo ya que el si se encuentra algún resto resulta más sencillo mover la construcción que profundizar en el yacimiento.

La importancia del pasado
El arqueólogo ha explicado el valor dado a la arqueología en la actualidad y cómo su conservación es indiscutible: “hoy en día no se justifica la destrucción del yacimiento, ya que existen muchas opciones como la conservación, la integración o incluso la traslación de dichos restos. En este caso puede hacerse al museo local (si lo hay) o al provincial”.
También le hemos preguntado sobre el caso más particular a nivel arqueológico desde que colabora con Sfera: “el yacimiento más antiguo que he registrado en un estudio ha sido en Extremadura, Zurbarán, donde se hallaron restos del paleolítico medio, aunque también es habitual que encontremos yacimientos de tipo rural de la época romana”.
En nuestro país, la actividad arqueológica esta regulada de forma que promotores, ingenierías y constructoras de obras públicas y privadas requieren, en cumplimiento de la Ley 16/1985 de 25 de junio del Patrimonio Histórico Español y de las respectivas legislaciones autonómicas en materia de Patrimonio Cultural, de la elaboración de estudios arqueológicos y paleontológicos a incluir en la tramitación ambiental de sus proyectos, con la finalidad de obtener las pertinentes licencias o dar viabilidad administrativa a los mismos.
Sfera Proyecto ambiental, actualmente, está realizando proyectos de vigilancia ambiental y redacción de estudios arqueológicos en Castilla-La Mancha, concretamente Albacete, Ciudad Real, Toledo y Guadalajara.:
-Estudios previos sobre Patrimonio Histórico y Cultural relativos a Estudios Informativos y estudios de Impacto Ambiental.
-Prospección arqueológica y paleontológica superficial.
-Peritación arqueológica y paleontológica mediante sondeos.
-Control arqueológico y paleontológico de movimientos de tierra.
-Excavación arqueológica y paleontológica en extensión.