
En los últimos dos años las energías renovables han dado un gran salto, rompiendo los récords de generación eléctrica anteriores. En 2019, los indicadores se registraron las cifras más altas que habíamos visto en España. Esta subida se debe a la abundante introducción de nueva potencia incorporada a la red producida por los proyectos fotovoltaicos resultantes de las subastas de 2017.
La década de la fotovoltaica
A su vez, 2020 fue otro año de récords, especialmente para el sector fotovoltaico: el 21 de junio alcanzó su máximo de producción diaria al ingresar 68 GWh al sistema nacional y el mes siguiente, se superaron las barreras mensuales de generación (1.894 GWh), casi duplicando la energía producida el julio de 2019. El aumento fue tan alto, que el 3 de agosto de 2020, las plantas fotovoltaicas españolas ya habían superado la generación de todo el año 2019, y al acabar el año las cifras eran hasta un 65,9% mayores, con 14.885GWh.
Aunque la energía solar fotovoltaica es la renovable con menos impacto en el sistema eléctrico español, (solo ocupa el 6,1%) es también la que mayor subida está experimentando. Esto permite que otras fuentes de energía no renovables puedan disminuir su actividad y con ello su contaminación, como las centrales de carbón, que en 2020 recortaron su actividad un 60% respecto a 2019, registrando su mínimo histórico anual.
Las comunidades autónomas que más han incrementado su producción de energía solar fotovoltaica han sido Andalucía, Castilla-La Mancha y Extremadura. En 2019, las plantas castellanomanchegas registraron las cifras más altas con 1.969.515 Mwh generados, y en 2020 aumentaron su producción hasta los 2.771.109 Mwh. Sin embargo, el pasado año la comunidad con mayor potencia fotovoltaica fue Andalucía, ya que tuvo un incremento mucho mayor y alcanzó los 3.079.624 Mwh.

Extremadura también duplicó su producción en este periodo situándose en la tercera posición. La comunidad autónoma está a punto de dar un gran salto en su capacidad energética renovable, ya que, Iberdrola y Danone han firmado un acuerdo de compraventa de energía a largo plazo, que impulsará el desarrollo de la planta fotovoltaica más grande de Europa. Desde abril de 2022 y durante diez años, la energética suministrará energía limpia a las centrales de Danone en España, alcanzando los 73Gwh al año. Además, se pretende aumentar la potencia contratada para cubrir todas las necesidades de la compañía agroalimentaria hasta los 104 Gwh al año.
La regulación se adapta
El actual Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) persigue una reducción de un 23% de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) respecto a 1990. Para conseguirlo se está impulsando la adopción de fuentes de energía renovables, especialmente la solar fotovoltaica, la cual quedó reflejado en la subasta realizada el pasado enero, donde se adjudicaron más de 2.000 Mwh a plantas solares, un 66% del total de energías renovables ofertadas.
Además, cada vez más Comunidades Autónomas están incluyendo en su agenda la lucha contra el cambio climático y las energías renovables. La Comunidad Valenciana, Galicia, Castilla-La Mancha y Aragón aprobaron su estrategia de cambio climático y energía en 2019. Baleares aprobó también su Ley de Cambio Climático, una referencia por la ambición de sus medidas. En Cataluña, la aprobación del Decreto Ley 16/2019 supondrá un importante impulso a la energía fotovoltaica, tanto en grandes proyectos, como en autoconsumo.
También debe destacarse el impulso de la Junta de Extremadura mediante iniciativas como el Acuerdo Estratégico para el Fomento del Autoconsumo, firmado conjuntamente con UNEF y otras organizaciones. Respecto a la contribución del sector fotovoltaico a la economía, según nuestras estimaciones la contribución directa de la fotovoltaica al PIB español fue de 3.220 millones de euros en 2019, un 0,26%, continuando la tendencia alcista que se observó el año pasado.

La nueva economía verde
Los datos reflejan que el sector fotovoltaico esta dando grandes saltos a pesar de la actual crisis sanitaria. En 2019, la huella económica del sector creció hasta los 9.811 millones de euros, y su incidencia en el PIB nacional supera los 7.785 millones, lo que explica que el empleo dependiente de sector haya pasado de 45.136 a casi 58.700 contrataciones en el periodo 2018-2019. Para mejorar la situación, los costes de la energía solar fotovoltaica han bajado un 89% en la última década, siendo inferior a la mitad del precio del mercado europeo.
Es evidente que este sector tendrá cada vez más impacto y es posible que en la próxima década se convierta en un motor de la economía española. No solo evita la deslocalización de empresas sino que además, los precios más baratos ya están atrayendo grupos extranjeros.
En el ámbito internacional, la energía renovable por excelencia es la fotovoltaica, con más de 627 GW instalados en todo el mundo representando un incremento del 12% respecto al año anterior. España se sitúa a la cabeza de Europa y la sexta en la clasificación mundial, por lo que los promotores insisten en aprovechar las ventajas que ofrecen tener el espacio y el recurso solar suficiente.
Mejora de la biodiversidad
Además de generar energía de forma limpia, las plantas solares fotovoltaicas pueden tener beneficios para el ecosistema en el que se instalan. A pesar de la creencia de que son dañinas para el terreno, los parques fotovoltaicos ofrecen una protección adicional al entorno de varias formas.
La más visible es la regeneración del suelo producida por la siembra de praderas y beneficiadas por las sombras parciales que generan las placas. Además, al no poder utilizarse el terreno para cultivos, estas extensas áreas están libres de pesticidas y herbicidas, permitiendo un crecimiento mayor y más natural. A continuación se pueden ver fotografías tomadas por Sfera Proyecto Ambiental durante la vigilancia ambiental en un parque solar fotovoltaico



En cuanto a la fauna, estas zonas pueden usarse para el pastoreo con ovejas para disminuir el crecimiento de las plantas debajo de las placas, lo que a su vez, implica un aumento de la diversidad de planta anuales como consecuencia de la dispersión de semilla por el ganado ovino. El uso de ganado ovino es un ejemplo de lo beneficiosas que pueden ser las políticas de sinergia verde ya que, además de reducir costes y beneficiar al medio natural, también se impulsa la economía local ya que es necesario contratar ganaderos para guiar el pastoreo.
Por otro lado, la eliminación de pesticidas y herbicidas también permite la proliferación de insectos, un elemento vital de la cadena trófica que aumenta la diversidad de paseriformes e insectívoros. En las zonas más amplias permiten un aumento de conejos, perdices, etc, procedentes de los cotos más cercanos al actuar las plantas solares como zona de refugio. Además, algunas empresas también han comenzado la construcción de proyectos de plantas “amigables con los polinizadores” como el de Wildflower Solar en California, donde se utilizarían 0,5 hectáreas de un lugar de 36 ha para desarrollar un prado de flores silvestres. Las empresas de servicios públicos de California han alentado esquemas como estos, con algunos proveedores de electricidad renovable que exigen granjas solares en tierras cultivables para que sean aptas para polinizadores.
Entre las medida correctoras más eficaces para la protección de la biodiversidad se encuentran los puntos de agua para la fauna, áreas de refugio, corredores ecológicos entre distintas zonas. Estas soluciones pueden ayudar a la recuperación de la fauna silvestres, siendo imprescindible un seguimiento ambiental de animales e insectos en la fase de funcionamiento con el objetivo de obtener datos para determinar si realmente las plantas fotovoltaicas con dichas medidas.