Planta solar. fotografía de Sfera Proyecto Ambiental

La situación de la fotovoltaica en la provincia de Málaga de grandes proyectos no pasa por su mejor momento. Ante la proliferación de proyectos, los ayuntamientos comienzan a plantearse la protección de suelos, ya que es preocupante la superficie total ocupada por todos los planes de obra y el ingente número de líneas que atravesarán sus municipios con trazados aéreos. Este fenómeno comienza a repetirse en distintas provincias andaluzas especialmente Cádiz y en distintas Comunidades Autónomas como Murcia y Extremadura.

Tal y como informaba hace unos días Málagahoy, el presidente de la Diputación de Málaga, Francisco Salado, ha enviado sendas cartas a la ministra para Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera y al consejero de Hacienda de la junta, Juan Bravo, para manifestar su preocupación por la proliferación de proyectos para la instalación de parques solares de gran tamaño en muchas localidades.

Sólo en la provincia de Málaga hay más de 70 proyectos de parques o huertos solares y ya ha habido manifestaciones que se espera sigan aumentando. En las cartas enviadas, se critica que se haya dejado la situación en manos de las empresas ya que estos parques cambiarán la fisonomía y el paisaje de una gran parte del territorio.

Así, Salado sostiene que los precios que pagan las multinacionales por el alquiler de la hectárea «son inasumibles para la mayoría de los agricultores, tal y como advierten las organizaciones agrarias». «Esa pérdida de la actividad agrícola y ganadera será la puntilla para muchos pequeños pueblos», advierte.

Igualmente hace referencia al riesgo de abandono de estos parques una vez se cobre la subvención y se amortice la inversión, con el consiguiente impacto ambiental y paisajístico y los altos costes de desmontaje y reciclaje de las placas solares.

«Tampoco debemos engañarnos: las inversiones de miles de millones que se están anunciando apenas repercutirán positivamente en el territorio que transformarán y ocuparán, pues casi no generarán empleo a medio y largo plazo y, si acaso, consumirán recursos escasos como el agua», lamenta Francisco Salado.

Fuente: MálagaHoy