La Universidad de Michigan, en colaboración con el sistema de satélites de navegación global de ciclones (CYGNSS), ha publicado un vídeo en el que se reflejan los movimientos de las concentraciones de microplásticos en los distintos océanos a lo largo de las cuatro estaciones.

Se puede observar en rojo las mayores concentraciones de plásticos a lo largo de 2017 y 2018, aunque es importante destacar que las zonas amarillas también representan una alta cantidad de contaminantes de este tipo lo cual resulta igual de preocupante.

Detección CYGNSS de concentración global de microplásticos en los océanos

Tal y como explica el video, en junio, las concentraciones de microplásticos son más altas en el Atlántico y el Pacífico norte. Durante este mes es cuando la Gran Mancha de Basura del Pacífico alcanza su mayor pico, al contrario que en enero, cuando se reduce a su tamaño mínimo.

A medida que el verano termina en el hemisferio norte y comienza en el sur, las concentraciones de microplásticos se desplazan con el mismo hacia la parte inferior de los océanos Atlántico, Pacífico e Índico.

Se estima que ocho millones de toneladas de basura plástica ingresan al océano cada año y la mayor parte es golpeada por el sol y las olas convirtiéndola en microplásticos: pequeñas motas que pueden viajar por las corrientes a miles de kilómetros de su punto de entrada. Estas partículas de plástico son extremadamente difíciles de rastrear y limpiar y además, son terriblemente contaminantes para la vida marina y los ecosistemas de todos los mares y océanos.

Gracias a las investigaciones de la Universidad de Michigan se ha desarrollado una nueva forma de detectar estos microplásticos oceánicos y rastrearlos a lo largo del tiempo para conocer sus puntos de entrada al mar y dónde se acumulan.

Esto se ha conseguido mediante la aplicación del CYGNSS, una misión de la Nasa lanzada en 2016 que tiene como objetivo recopilar las primeras mediciones frecuentes sobre las corrientes de viento oceánico en el trópico. Para ello, utiliza un sistema compuesto por ocho microsatélites que, gracias a su posición estratégica, recogen la formación y el movimiento de los ciclones tropicales.