La endémica del Mediterráneo Posidonia oceanica (L.) Delile es la fanerógama marina más importante y abundante del mar Mediterráneo, donde forma extensas praderas desde la superficie hasta los 40 m de profundidad y desempeña un papel ecológico importante, pudiendo construir una matte, una estructura resultante del crecimiento horizontal y vertical de rizomas con raíces enredadas y sedimento atrapado.

Ilustración 1. Dibujo esquemático de una P. oceanica.

El valor indicador de P. oceanica funciona a tres niveles: el nivel “individual”, donde la fenología de la planta (especialmente la biometría foliar) proporciona información sobre su estado y condición de crecimiento; el nivel de “población”, donde la estructura (p. ej., densidad y/o cobertura) y la morfología de la pradera (como la presencia de estructuras regresivas: mata muerta, canales entre matas, etc.) representan huellas características de las condiciones ambientales; y el nivel “comunitario”, donde la flora y fauna asociada (especialmente las epífitas de las hojas) son igualmente susceptibles a las alteraciones ambientales.

Estas praderas de fanerógamas marinas aportan unos importantes servicios ecosistémicos a la comunidad donde se desarrollan, que se detallan en la siguiente tabla.

Ilustración 2 Importancia asignada a las praderas de Posidonia oceanica en diferentes servicios ecosistémicos.

Las praderas de P. oceanica se desarrollan en áreas costeras que a menudo están sujetas a intensas actividades humanas que inevitablemente afectan a P. oceanica, ya sea directamente por daños físicos a la pradera o indirectamente a través del impacto en la calidad de las aguas y de los sedimentos. Se ha informado de una disminución alarmante de las praderas de P. oceanica en el Mar Mediterráneo y principalmente en el lado noroeste de la cuenca, donde ya se han perdido muchas praderas durante las últimas décadas.

Ilustración 3. Praderas de Posidonia oceanica. (Fuente: Fundación Aquae).

Debido a esta problemática medioambiental, se han realizado diferentes esfuerzos en varios países para proteger legalmente a P. oceanica. La especie está incluida en la Lista Roja de especies marinas amenazadas del y las praderas están definidas como hábitats naturales prioritarios en el Anexo I de la Directiva CE 92/43/CEE sobre la Conservación de los Hábitats Naturales y de Fauna y Flora Silvestres, que enumera aquellos tipos de hábitats naturales cuya conservación requiere la designación de áreas especiales de conservación, identificadas como Lugares de Interés Comunitario (LIC). En concreto, se correspondería con el HIC 1120: Praderas de Posidonia (Posidonion oceanicaea) (*). El asterisco hace referencia a que se trata de un hábitat de interés comunitario prioritario.

A continuación, se detalla la situación legal de P. oceánica tanto a un nivel estatal como a nivel andaluz.

En el ámbito del territorio español, P. oceanica se encuentra en régimen de protección especial según el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial que aparece en el Real Decreto 139/2011, de 4 de febrero, para el desarrollo del Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial y del Catálogo Español de Especies Amenazadas. En Andalucía, según la Ley 8/2003, de 28 de octubre, de la flora y la fauna silvestres, P. oceánica también aparece como en régimen de protección especial.

Es importante destacar el Proyecto POSIMED (aprobado por la Fundación Biodiversidad en el período comprendido entre octubre de 2008 y noviembre de 2009), un proyecto que permite la difusión y el intercambio de datos e información sobre el estado de conservación de las praderas de Posidonia oceánica (su monitorización a tiempo real) y de las diferentes amenazas que comprometen su supervivencia a escala nacional. En cada una de las estaciones, se estudian dos descriptores de las praderas: la densidad de haces y el porcentaje de cobertura.

Por último, hay que señalar que desde la Diputación de Málaga ya se han tomado medidas para la preservación de estas praderas. Una de ellas ha sido la instalación de arrecifes artificiales desde Manilva hasta Maro para evitar que la pesca de arrastre acabe con las últimas praderas de fanerógamas.

Ilustración 4 Instalaciones de arrecifes artificiales. (Fuente: La Opinión de Málaga).