Cada vez que respondo a la pregunta “¿A qué te dedicas?” la gente queda extrañada. Técnico ambiental. No es una profesión común. De hecho, hasta hace poco, también era un oficio desconocido para mí. Afortunadamente, he tenido la oportunidad de descubrir este trabajo tan gratificante.
El principal cometido de un técnico ambiental es reducir el impacto de actividades humanas con el fin de proteger el medio ambiente. En mi caso y el de mis compañeros, llevamos a cabo la vigilancia en un parque eólico, evitando las colisiones de las aves en los aerogeneradores. Estas labores contribuyen a reducir la mortalidad de muchas rapaces, algunas de ellas amenazadas. Por otro lado, realizamos seguimientos de la fauna para tener un control de las especies presentes en el parque, ya sea mediante la detección visual de los individuos, el monitoreo mediante foto trampeo o el uso de detectores de ultrasonidos. Además, llevamos a cabo el seguimiento de medidas compensatorias realizadas en las proximidades del parque, con especial atención en las especies esteparias como el sisón (Tetrax tetrax).
Todos estos trabajos tienen el objetivo de la realización de Declaraciones de Impacto Ambiental, Declaraciones de Efectos Ambientales e Informes de Impacto Ambiental, con el fin de disminuir el impacto generado en el parque.
Gracias a este trabajo, convivimos con la fauna local, que forma parte de nuestro día a día y tenemos el privilegio de ver como los individuos del parque cazan, crían y se relacionan con el entorno en el que viven.
Se trata por lo tanto de un trabajo fundamental desde el punto de vista medioambiental que Sfera Proyecto Ambiental lleva realizando desde hace más de 15 años, posicionándose como una de las empresas con mayor experiencia en el sector del seguimiento ambiental.

