La energía eólica marina es aquella fuente de energía limpia y renovable que se obtiene al aprovechar la fuerza del viento que se produce en alta mar, donde este alcanza una velocidad mayor, gracias a la inexistencia de barreras. Para aprovechar al máximo este recurso, se construyen en el fondo del mar mega estructuras dotadas de las últimas innovaciones tecnológicas.

Es por ello que esta novedosa forma de generación de energía limpia conectó el año pasado 21,1 GW de eólica marina a las redes eléctricas de los diferentes países a escala global.

Para implantar estos parques en la superficie marina se necesita realizar un ejercicio de ingeniería muy complejo. Los pasos a seguir se dividen en 3:

  • Fijación de las turbinas en el mar: El primer paso sería descubrir cómo fijar las turbinas en un terreno tan inestable como el fondo del mar o de un lago. Esto se logra a través de fundaciones específicas para las eólicas marítimas. La fundación tiene que sostener no sólo las cargas estáticas (como el peso del aerogenerador), sino también las dinámicas (como las ráfagas y los sismos).
  • Elección de los aerogeneradores: Sea en tierra o en mar, el sistema de producción eléctrica es similar: el viento gira las palas que hacen mover un eje, que a su vez se unen a un generador, produciendo electricidad. El generador consiste básicamente en un imán y en una bobina que, al girar uno sobre el otro, producen corriente eléctrica. Esta corriente se dirige hacia una estación de transformación, ya en tierra, y distribuida por la red eléctrica. Para la utilización de las corrientes eólicas marítimas, lo más recomendado sería implantar aerogeneradores de gran porte, capaces de soportar fuerza eólica constante, para que la producción de electricidad se realice de forma eficaz y segura.
  • Traslado de la energía eléctrica hasta tierra firme: Existen varios sistemas de transmisión de electricidad, siendo los situados en la superficie marítima los que tienen condiciones de instalación, operación y mantenimiento bastante más restrictivas. Los más utilizados son los Sistemas de Transmisión en Alta Tensión en Corriente Alternada. Esta tecnología implica sólo la presencia de un cable submarino, una subestación ubicada en alta mar, otra ubicada en tierra firme y un punto común de conexión, en corriente alterna.
Ilustración 1. Descripción de las partes de las eólicas marinas. Fuente: edp.com

Las plataformas eólicas marítimas, ya sean fijas o flotantes, permiten aprovechar más el potencial eólico que las plataformas terrestres. Tal y como apunta la Climática Lander Galera, el potencial eólico es mayor en el mar que en la tierra, ya que allí “no hay obstáculos, tienes más velocidad y el viento es más constante”, por eso las turbinas de este tipo de plataformas suelen ser más grandes. También son más caras, tanto su instalación como su mantenimiento. Sin embargo, con una buena optimización de los recursos puede que se conviertan en la energía limpia con más futuro.

España es una potencia eólica global, tanto en fabricación de equipos como en generación de energía; con 27,5 GW de potencia instalada en tierra firme, es el quinto país del mundo, por detrás de China, EEUU, Alemania e India. Además, cuenta con una industria naval, un sector marítimo-portuario y unas capacidades tecnológicas y de ingeniería que ya han convertido el país en un referente internacional de la cadena de valor de las instalaciones eólicas marinas.

La eólica marina es una tecnología clave en la UE, donde crecerá desde los 12 GW actuales hasta los 60 GW en 2030, según la “Estrategia UE sobre las Energías Renovables Marinas” de la Comisión Europea. Pero apenas se ha desarrollado en España, por la elevada profundidad de las aguas territoriales para proyectos con cimentación fija –inviable a partir de 50 metros de profundidad–, la solución tecnológica consolidada hasta el momento.

La Eólica Marina Flotante se está convirtiendo en una alternativa renovable de elevado potencial que se adapta muy bien a las características de la plataforma continental española. No obstante, España es una potencia en las incipientes soluciones flotantes para los parques eólicos marinos: de las 27 identificadas a escala global, siete son españolas. También es el país europeo con más instalaciones de I+D para eólica flotante y las otras energías del mar, como la Plataforma Oceánica de Canarias (PLOCAN) , la Plataforma de Energía Marina de Vizcaya (BiMEP) o la Zona experimental de aprovechamiento de energías marinas de Punta Langosteira (La Coruña), el segundo banco de pruebas del mundo para la energía de las olas.

Ilustración 2. Parque eólico Walney Extension en Reino Unido. Fuente: Jose Antonio Roca, Periódico de la Energía.

Por tanto, las eólicas marinas flotantes se presentan, tal y como indica Galera, como una opción de futuro importante en la transición ecológica para todos aquellos países que no tienen plataforma continental, como es el caso de España. “Países como Dinamarca, Bélgica o Gran Bretaña tienen un gran número de granjas eólicas fijas en el mar, porque tienen plataforma continental; ese no es el caso de la costa cantábrica, por ejemplo. Por eso hay que poner la mirada en las plataformas flotantes. La costa gallega o la de las islas Canarias tienen mucho potencial”, asegura.

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Sfera Proyecto Ambiental elabora estudios de impacto ambiental y estudios arqueológicos para proyectos renovables: parques eólicos y plantas solares en toda España